Introducción al artículo:
La segunda de Pedro 3:5 nos invita a reflexionar sobre la importancia de recordar cómo Dios creó el mundo a través de Su palabra. En este versículo, se destaca que la incredulidad y la negación del diluvio pueden nublar nuestra comprensión de la obra de Dios en la creación. Descubre más sobre esta enseñanza clave y su relevancia en nuestra fe.
La incredulidad de los escarnecedores según 2 Pedro 3:5
En 2 Pedro 3:5, se nos habla acerca de la incredulidad de los escarnecedores en relación al juicio venidero. El versículo dice así:
“Pero por voluntad propia ignoran esto: que hace mucho tiempo existieron los cielos y la tierra, surgidos de la agua y también del agua, por la palabra de Dios,”
En este versículo, podemos destacar tres puntos importantes:
1. Incredulidad de los escarnecedores: Este versículo nos muestra cómo hay personas que deliberadamente deciden ignorar la realidad del juicio venidero. Son personas que se burlan y desprecian las advertencias divinas sobre los eventos futuros.
2. Ignorancia voluntaria: Se menciona que estos escarnecedores ignoran voluntariamente el hecho de que los cielos y la tierra existen desde hace mucho tiempo. Es decir, no reconocen la creación de Dios y tampoco reconocen que fue por su palabra que todo fue creado.
3. Origen de los cielos y la tierra: Se menciona que los cielos y la tierra surgieron “de la agua y también del agua”. Esto hace referencia al relato de la creación en Génesis, donde se describe cómo Dios separó las aguas del cielo y las aguas de la tierra.
En resumen, este versículo nos muestra la actitud de incredulidad y desprecio de los escarnecedores hacia las verdades bíblicas, así como la importancia de reconocer que Dios es el creador de los cielos y la tierra.
Preguntas Frecuentes
¿Qué dice segunda de Pedro 3:5 sobre la soberbia y la incredulidad?
En 2 Pedro 3:5, se menciona que la soberbia y la incredulidad son factores que contribuyen a negar la creación original de Dios y su poder para destruir el mundo con un diluvio. Esto destaca la importancia de mantener una actitud humilde y creer en los hechos revelados por Dios.
¿Cuál es la enseñanza principal que se puede extraer de segunda de Pedro 3:5?
La enseñanza principal que se puede extraer de 2 Pedro 3:5 es que Dios es el creador del mundo y tiene el poder para destruirlo mediante su palabra.
¿En qué contexto se menciona segunda de Pedro 3:5 y cómo se relaciona con el mensaje general del capítulo?
En 2 Pedro 3:5, se menciona la negación de la venida del Señor en los últimos días por parte de los escarnecedores. Este versículo está situado en el capítulo 3 de esta epístola, donde Pedro advierte sobre la importancia de estar preparados para el regreso de Cristo y de no dejarse llevar por las burlas de aquellos que dudan de su venida. El mensaje general de este capítulo es animar a los creyentes a vivir una vida santa y esperar con paciencia la manifestación del Señor.
En conclusión, el versículo de 2 Pedro 3:5 nos invita a reflexionar sobre la importancia de reconocer la existencia de Dios como creador del mundo y del universo. A través de este pasaje bíblico, se nos recuerda que nuestra fe está basada en hechos reales y evidentes, y no en simples fantasías o teorías humanas. Debemos estar firmes en nuestra convicción de que Dios es el creador de todas las cosas y que su palabra es veraz y confiable.
Es fundamental comprender que nuestra fe no se sustenta en argumentos científicos o razonamientos lógicos, sino en la revelación divina contenida en la Biblia. Aunque puedan surgir dudas o interrogantes, debemos confiar en la sabiduría y poder de Dios, sabiendo que su Palabra es inmutable y eterna.
Asimismo, es importante recordar que nuestro propósito como hijos de Dios no es buscar pruebas o evidencias para confirmar nuestra fe, sino vivir una vida en obediencia y comunión con Él. Nuestra fe se fortalece cuando conocemos y obedecemos la voluntad de Dios, confiando en su amor y fidelidad.
En resumen, el versículo de 2 Pedro 3:5 nos desafía a mantenernos firmes en nuestra confianza en Dios como creador y sustentador del universo. No importa cuántas teorías o argumentos se presenten, nuestra fe descansa en la certeza de que Dios es el principio y el fin, el Alfa y Omega de toda creación. Que esta verdad nos inspire a vivir para su gloria y a compartir su amor y verdad con el mundo que nos rodea.